Después de dos días de bajas considerables, los futuros de soja volvieron a subir en la Bolsa de Chicago y cerraron la jornada de este miércoles (16) con alzas de más de 30 puntos, y nuevamente los precios se acercaron a los US$ 16,00 por bushel. Mayo terminó el día en USD 15,91 y julio en USD 15,89 por bushel.
Los futuros del grano acompañaron las subas de los derivados, encabezadas por la harina de soja, que acabó cotizando en la CBOT con ganancias superiores al 2%. El mercado de subproductos, que ya ha estado experimentando stocks globales ajustados, también recibió la noticia de un incendio en la planta de molienda de soja más grande de EE. UU., en el estado de Indiana.
No se trató de un incendio generalizado en la planta de Louis Dreyfus en Claypool, sin embargo, la planta paralizó sus operaciones, lo que contribuyó aún más al movimiento de alta de la harina y la soja, dado que la oferta de ambos productos en EE.UU. acabó disminuyendo, al menos por ahora.
Además del “dato nuevo”, el mercado también subió al volver a los fundamentos, sobre todo considerando la muy escasa oferta en Sudamérica, sobre todo teniendo en cuenta que la producción regional podría ser aún más baja.
Por el lado de la demanda, preocupa el comportamiento de China, con sus compras más tímidas y lentas en estos momentos por los malos márgenes de molienda allí, lo que no deja claro cómo se diseñará la dinámica de la nación asiática a lo largo del año ante esta situación. En los últimos días, el mercado ha estado reaccionando a las noticias de reventa de soja brasileña por parte de los chinos en destino y a un remate que debería realizarse en los próximos días.
Así, aunque ahora hay una demanda más contenida, la oferta es mucho menor de lo que inicialmente se proyectó, por lo que la demanda debe adaptarse a ello y el mercado está dando señales a los productores, incentivando siempre una aumento de área, fundamentalmente a los productores norteamericanos que están definiendo sus áreas para la cosecha 2022/23.
A mayor precio, mayor volatilidad, por lo que el productor tiene que estar atento al mercado. Una estrategia lógica sería que, cuando la soja supera los US$ 16, efectúe algunas ventas y tome cobertura para posibles nuevas subas de precio, aprovechando las oportunidades, pero siempre estando protegidos.