En medio de la conmoción global por la crisis entre Rusia y Ucrania, los países europeos buscan a contrarreloj diferentes alternativas para evitar la escasez de insumos. En este marco, en las últimas horas España y Francia propusieron a la Unión Europea (UE) eliminar restricciones hacia los granos genéticamente modificados provenientes de Sudamérica y Estados Unidos, en principio, de manera temporal.
Además de EEUU, los beneficiados serían Argentina, Brasil y Canadá. Actualmente el país tiene la entrada restringida al mercado europeo a raíz de determinados residuos fitosanitarios que contienen. La medida se enfoca sobre todo en el aprovisionamiento de maíz, según la agencia de noticias Bloomberg.
“Necesitamos que la Unión Europea flexibilice los reglamentos respecto de la importación de granos”, sostuvo en una entrevista el ministro de Agricultura español, Luis Planas.
El funcionario de la Moncloa justificó la liberación de las restricciones de envíos de países como la Argentina, en el hecho de que Europa tardará años en alcanzar el autoabastecimiento de proteínas vegetales. Hasta el momento, Ucrania -el cuarto exportador mundial de alimentos- representaba el 30% y el 62% de las importaciones de maíz y aceite de girasol, respectivamente, a España, según Planas.
Sin embargo, para hacer frente a las necesidades generadas por la guerra y asegurar la alimentación en el país invadido por Rusia, el Gobierno de Volodimir Zelenski prohibió hoy y hasta fin de año las exportaciones de trigo, centeno, cebada, mijo, azúcar, sal y carne, según la agencia de noticias ANSA.
La producción agraria ya se veía afectada antes de la medida por las disrupciones de la guerra, tanto en la continuidad de la cosecha como en el transporte.
La Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac) respaldó la propuesta de Planas para importar cereales en mercados como la Argentina, Estados Unidos y Canadá. La patronal española recordó que en la Argentina hay disponibles 7,5 millones de toneladas de maíz (sumándose otras 15,4 a partir de fines de marzo) y 100.000 toneladas de semilla de girasol.
“Estas cantidades servirían para cubrir sobradamente las necesidades de la producción española de alimentos compuestos para animales y buena parte de la demanda europea”, señaló un comunicado de la patronal difundido por Europa Press.
La guerra iniciada por Rusia alteró los mercados mundiales de commodities, con interrupciones en las industrias de cultivos y fertilizantes, lo que que llevó los costos de los alimentos a niveles récord, por lo que “Necesitamos que la UE añada flexibilidad a las normas de importación de granos”, señaló Planas a Bloomberg Plus.
Pero está medida podría suponer un cambio en la estrategia del bloque, que incluía aumentar la producción ecológica y reducir el uso de pesticidas.
De todas maneras cualquier importación de cereales modificados genéticamente deben recibir la aprobación de las autoridades de la UE, y los estados miembros podrían decidir si la aceptan o no.
Sin embargo “las importaciones son fundamentales, ya que Europa tardará años en lograr la autosuficiencia en el suministro de proteínas” indicó Planas y acotó que “EE.UU y Argentina pueden ayudar a cubrir las necesidades alimentarias de 450 millones de ciudadanos”.
Fuente: Noticias Argentinas